Este informe estaba basado en hechos reales.
Hoy cuando lean esto quizás yo ya no tenga el dominio de mi humilde cuerpo. Quizás nunca más pueda gozar de mi vida y en venganza por mi atrevimiento, oscuros brujos me maldigan trasformándome en un ser sin voluntad, en un zombie. Lo siento, una extraña sensación carcome mis nervios en el momento en que estoy por acostarme.
Se que no debía difundir estos misterios sin la debida autorización. Se que es una locura pero ingrese en este extraño y mágico mundo para que uds. puedan conocer este secreto, este mundo mágico que en verdad existe y aunque muchos reneguemos de ello.
El mito
La serpiente de Arco Iris, una importante figura en la mitología de los aborígenes, se dice que surgió de un charco (de modo similar que Lumaluma) durante el Tiempo de los Sueños, en el momento de la creación, al que aún se puede acceder durante las ceremonias religiosas.
Al desplazarse por el territorio, sus movimientos crearon los cerros y los valles, y sobre todo los ríos del paisaje ancestral, que son los lugares más sagrados de la cultura aborigen. La gran serpiente forma un arco sobre la tierra, el arco iris, y también se puede ver al reflejarse la luz en el agua -en el mar por la noche, en los charcos de agua, o en las gotas de agua en una cascada- y en sustancias como el cristal y el cuarzo y en la madreperla.
Es
GENERO: Terror
PAIS: Estados Unidos.
DURACION: 97 Minutos
AÑO: 1987
DIRECTOR: Wes Craven
GUION: Richard: Maxwell
INTERPRETES:Bill Pullman, Brent Jennings, Cathy Tyson y Michael Gough
MUSICA: Brad Fiedel
FOTOGRAFÍA: John Lindley
Sinopsis: En 1985, un investigador americano viaja a Haití para verificar un increíble descubrimiento: la aparición documentada de un zombie. El viaje a la isla sometida a la tiranía de "Baby Doc" Duvalier le deparará varias sorpresas. Tras enfrentar a la siniestra policía secreta, que combina la tortura y el asesinato con terroríficos rituales de vudú, nuestro amigo parece haber hecho un interesante descubrimiento científico.
Pero, ¿se trata su hallazgo de un elemento medicinal... o mágico? Y la policía secreta haitiana, ¿solo usa el vudú para aterrorizar más al supersticioso pueblo, o en verdad poseen poderes sobrenaturales sobre la vida y la muerte?
¿Es posible, entonces, que un cruel oficial haitiano tenga al científico americano en su poder, pese a la distancia, y dispuesto a vengarse por haber descubierto sus más sagrados secretos? Solo hay un camino: volver a Haití y enfrentar a esta fuerza maligna que lo amenaza con algo peor que la muerte...
Critica
Según mi opinión Wes Craven es el mejor director de películas de terror adolescente. Esto no quiere decir que lo menos precie, al contrario, creo que sus obras Elm Street y la serpiente y el arco iris son maravillosas. Elm Street tiene muchos homenajes y utiliza muchos elementos de terror en forma maravillosa, tomando incluso la antorcha que el maestro Carpenter creo con su espeluznante Hallowen.
Craven tuvo la habilidad en los ochenta, cuando todas las películas repetían una y otra vez el mismo patrón, él se sacó de la manga a Freddy Krueger. Más claro fue en los noventa. Los estudios ya no veían en el terror una fórmula de hacer dinero y cada día se hacían menos películas de este género. Pero en 1996 se estrenó Scream y todo cambió.
La principal característica, a veces virtud y otras defecto, de la cinta es su tono marcadamente realista, cuando no documental, que acompaña de una sobria realización, que no llega a abandonar ni en las recurrentes escenas oníricas ni, cuando al final, decide optar por el fantástico (aunque se pueda interpretar las escenas finales como una batalla desarrollada en la mente del protagonista).
Este realismo es una buena forma de suspender la incredulidad del espectador, máxime cuando se nos avisa al principio que el film esta basado en hechos reales, y funciona en la gran mayoría del metraje pero en, las ya mencionadas escenas finales cuando Craven opta por el fantástico, no resulta tan eficaz y el final lastra la película. Aun así, si uno entra en la lógica de las ultimas escenas y las encaja como mezcla de realidad y alucinación, el resultado será plenamente satisfactorio, aunque muy arriesgado por parte de Craven.
La película tiene un mérito que la hace destacar sobre otros films de zombies a que nos tiene acostumbrado Hollywood.
En 1987 los tradicionales "zombies haitianos", originados por la magia del vudú, ya habían pasado de moda en la pantalla grande, reemplazados por los modernos "muertos vivientes", animados por medios científicos (radiaciones o imposibles sustancias químicas).
El film es una vuelta al ya casi olvidado "zombie haitiano", que se agradece tras el "muerto viviente" a que nos acostumbraron los terroríficos films de George A. Romero y sus imitadores. El espeluznante final de la película podrá parecer algo exagerado (¿también Alan tiene poderes mágicos?), pero está bien logrado.
La aclaración final, acerca de los análisis científicos de la teterodotoxina, tiene en el público el mismo efecto que la aventura de Alan: creyendo que hallaríamos una "explicación científica" al fenómeno, habíamos olvidado que, como dijo Shakespeare, "hay en el cielo y en la tierra más cosas que las que puede adivinar nuestra filosofía".
La ambientación está muy bien conseguida, mostrando toda la pobreza mundana que contrasta con la gran riqueza espiritual de los habitantes de la zona. La banda sonora también colabora mucho en este aspecto, pues a parte de la sintonía clásica de la película, muy de los 80, seremos continuamente golpeados por el sonido de los tambores de "Macumba".
También se nota que Craven estaba fuertemente influenciado por su exitosa saga de "Pesadilla en Elm Street", pues aquí también echará mano constantemente de los sueños y alucinaciones para desarrollar la historia y atormentar un poco más, si cabe, al desgraciado Dr. Alan.
Efectos especiales tenemos muchos y buenos, momias, zombies, decapitaciones, etc... vamos, de todo un poco, aunque lo mas impresionante de la película y escena que quedó marcada en la memoria de El Rector es sin duda alguna cuando entierran vivo al pobre Bill Pullman, ( y eso que le tengo gran aprecio a mi escroto) impresionante.
Estamos ante una muy buena película de terror clásico de los 80, lo que es sinónimo y garantía de calidad, que todo aficionado al género debería ver en un momento u otro de su viaje por el lado oscuro del celuloide.
posdata... matenmen... matenmen... el pelado...
0 Desenterradores de huesos:
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