martes, 7 de octubre de 2008

Blade Runner 2



Travis Wright, guionista de Eagle Eye (La Conspiración del Pánico, que se estrena este viernes en España), ha confirmado a /Film la primicia desvelada por esa misma página la semana pasada: sí, en algún punto entre 2003 y 2005 trabajó en el guión de una secuela de Blade Runner. Vale que no hay acuerdo firmado para que la peli vea algún día la luz, pero de veras existe un guión. Y antes de que estalle la indignación general, vale la pena leer las razones por las que Wright decidió primero, revelar la existencia del proyecto y segundo, meterse en semejante fregado.

“Quizás nunca debería haber mencionado que estuve trabajando en Blade Runner”, declara Wright, “pero fue en el día en el que se estrenó el primer film en el que yo figuraba entre los títulos de crédito, había tenido mi primer hijo tres semanas antes, estaba hablando de proyectos antiguos, y el tema BR salió fuera de contexto”.

En su largo correo a /Film, Wright detalla la larga y revolucionada vida que le ha tocado –fue carpintero en un film gracias a la intervención de su por entonces novia, Sibi Blazic, quien ahora es mujer de Christian Bale. El mundo es un tripi– y sobre todo, su inmensa afición por el cine, que le llevó en su día a trabajar para el productor Bud Yorkin, escribiendo el guión de la secuela del clásico de ciencia ficción de Ridley Scott.

“¿Qué siginifica ser humano? Esa es la pregunta fundamental en la vida y en la ciencia ficción”, afirma el guionista. “Más concretamente: ¿es Deckard o no un replicante? ¿Qué sucede con Rachel? ¿Cómo son las colonias del Mundo Exterior? ¿Qué sucede con los replicantes después de lo que ocurre en Los Ángeles?. Exploré esas cuestiones con Bud Yorkin unos cuantos años. Y trabajar en ellas ha sido como un sueño”.

A título personal, me resulta bastante reconfortante ver tanto cariño por una película. Después de ver La Conspiración del Pánico, ya me estaba imaginando a Wright con dos cuernos y un tridente, devorando las almas de los espectadores como quien come pipas. En cualquier caso, en sus conclusiones, Wright reconoce que quizás se haya metido en una sobrada, pero una sobrada con motivos de peso para liarse la manta a la cabeza y empezar a escribir.
el pela