SAO PAULO (Reuters) - José Padilha, encumbrado por su largometraje "Tropa de elite" sobre la violencia en las favelas de Río de Janeiro, encontró otro tema de injusticias para enfocar sus cámaras: el hambre y la miseria que afligen al noreste de Brasil.
El director del filme ganador del Oso de Oro en el Festival de Berlín, siguió durante un mes la rutina de tres familias del estado de Ceará en situación de "inseguridad alimentaria grave," para filmar un documental en blanco y negro.
Más de 10 millones de los 187 millones de brasileños viven con el riesgo de pasar hambre, según el Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos (Ibase), pese a la pujanza de la economía del país.
Padilha, de 40 años, dijo que con el documental en blanco y negro "Garapa" quiso mostrar la manifestación del hambre y llevar al espectador la experiencia directa de cómo se convive con la miseria, ilustrando las estadísticas.
"Quise hacer un filme lo más simple posible, con un mínimo de alegorías y de informaciones que fuesen más allá de la historia de esas familias," dijo Padilha en una entrevista con Reuters.
Garapa es el nombre que recibe una disolución de azúcar en agua que se da a los niños pequeños a falta de leche.
"Filmé como si se tratara de un documental hecho en 1930. Con lente fija, no filmé con 'zoom', lo hice en blanco y negro, no tiene música y es todo con cámara en mano," agregó.
El director dijo que la idea del documental se le ocurrió cuando años atrás el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva lanzó el Programa Bolsa Familia, para combatir el hambre, elogiado internacionalmente y que ha sido ejemplo para otros países en desarrollo.
El filme muestra que el plan no llega a todos a quienes debería ayudar. Por falta de documentos, una de las tres familias no puede acceder a la Bolsa Familia, que alcanza a 50 millones de personas con rentas de hasta 60 reales (37,6 dólares) mensuales.
"Tropa de elite" levantó una polémica con su historia sobre un batallón especial de la policía que apela a duras tácticas, incluyendo torturas y ejecuciones, para combatir el narcotráfico en la favelas de Río.
Padilha también realizó un documental que conmovió y planteó discusiones sobre la actuación policial, "Omnibus 174," sobre el secuestro de un autobús en Río de Janeiro en el 2000, que fue transmitido por la televisión durante cuatro horas.
Con "Garapa," el cineasta aborda un tema que promete desatar nuevos debates sobre el alcance del Programa Bolsa Familia y su propio proceso de hacer cine.
Padilha viajó a Ceará con un equipo de sólo tres miembros -productor, técnico de sonido y camarógrafo-, y filmó la vida diaria de las familias que carecían de qué comer.
El director destacó que se trató de no interferir con la realidad, pese a la dureza de la situación para el cineasta y sus asistentes ante la dramática realidad.
"Lo importante es saber que existen familias en esa situación, para movilizar a la gente y tratar de acabar con el hambre," dijo el cineasta.
Padilha dijo que después de terminar la filmación hizo "una cantidad de cosas" para ayudar a las familias, que no pudo hacer antes, pero evitó dar detalles. Toda la renta obtenida por el largometraje les será revertida, afirmó.
0 Desenterradores de huesos:
Publicar un comentario