Calificado de genio en numerosas ocasiones, Woody Allen es a sus 72 años uno de los cineastas más particulares y prestigiosos del planeta. Si bien su faceta cómica es la que más le caracteriza, la que se le suele asociar, tanto por los inicios de su carrera, cuando se hizo popular, como por el gran sentido del humor del que siempre hace gala en persona (sólo comparable a su humildad), hay que destacar que ha demostrado que maneja el drama, por lo menos, con la misma facilidad y maestría. Lo que ha llevado a provocar que parte de la crítica se sienta decepcionada si el realizador vuelve a intentar hacer reír al público. ¿Acaso perdió Woody Allen la gracia de antaño? ¿O es que la comedia, simplemente, no se valora lo suficiente? Por otro lado, si algo caracteriza a este autor, en mi opinión, es su habilidad para plasmar los altibajos de la vida, para mezclar la tristeza con la alegría, los problemas serios con las sanas risas.
Antes de dar paso a la lista, que ya imagino que es lo que primero que habrán mirado, me gustaría subrayar algo que ya debén saber si han seguido mínimanente lo que escribo: adoro la obra de Woody Allen. Descubrí sus películas cuando puse de más joven con un amigo un video-club, y desde el principio me gustó, me parecía original, divertido, inteligente. Tardé un poco en atreverme con los dramas, especialmente ésos en los que su pasión por Ingmar Bergman es más notoria, pero fue uno de esos problemillas que se solucionan con la edad. A veces me da la sensacion que Woody no es para todo el pueblo.
Hablo con mucha gente sobre sus películas y a la mayoria no le gusta y han visto pocas películas... intuyo que es un cine "dificil de entender" para la gran mayoria.
Y ya creo que está todo. Tenemos la excusa, una breve introducción y un plomizo párrafo personal. Sí, está todo. Vamos a lo realmente complicado. La lista. A continuación, en orden cronológico, las cinco mejores películas de Woody Allen:
- ‘Annie Hall’ (1977)
Para mí, y seguro que para mucha gente más, la mejor película de Woody Allen, y el motivo por el cual debería haber una ley que le permitiera obtener siempre financiación para poder hacer el cine que le diera la gana. Una maravillosa historia de amor y desamor que se llevó nada menos que 4 Oscars, arruinando la noche a, entre otras, ‘La Guerra de las Galaxias’. En concreto, se llevó las estatuillas de mejor película, director (el único que tiene Allen en esta categoría), actriz y guión original (posteriormente ganó otro por el de ‘Hanna y sus Hermanas’). Destacar el trabajo de Diane Keaton, espléndida (¿haciendo de sí misma?), compenetrada a la perfección con Allen, su pareja por aquel entonces, quien logra con este film un envidiable equilibro entre comedia y drama. Momento para el recuerdo: Hay tantos… aunque el monólogo inicial es genial, con los dos chistes más importantes de la vida del protagonista, me decido por la secuencia de la cola del cine, no sé cuántas veces la he visto ya y siempre consigue que me parta de risa.
- ‘Manhattan’ (1979)
La favorita de los que no piensan que ‘Annie Hall’ sea tan buena. Desde luego, ‘Manhattan’ me parece otra de las indiscutibles obras maestras de Allen, con escenas memorables (la famosa del puente). Es volver a su gran tema, las complicaciones que pueden surgir en las relaciones de pareja, a través de esa mezcla de drama y comedia que tan bien domina, pero sobre todo es una declaración de amor a su ciudad, a su querida New York, marcándola para siempre; no creo que haya otro cineasta que haya logrado que deseemos tanto pasear por sus calles. Destacar, por otro lado, cómo parte de la trama de esta película parece un profético adelanto de lo que, años más tarde, ocurriría realmente entre Mia Farrow y Woody Allen. Momento para el recuerdo: La secuencia inicial, con la voz en off del protagonista y Nueva York en blanco y negro, al son de ‘Rhapsody in Blue’...
- ‘La Rosa Púrpura del Cairo’ (1985)
El mayor homenaje de Woody Allen a su amado cine y al poderoso valor que éste puede tener en nuestras vidas. Es la fantástica historia de una mujer solitaria y amargada, que encuentra el verdadero amor en el protagonista de una película, quien a su vez se fija en ella y traspasa la pantalla, rompiendo los límites de la ficción y la realidad; ofreciendo al cineasta todo un abanico de posibilidades que aprovecha al máximo con un guión impecable. Mia Farrow y Jeff Daniels (nunca tan acertado como aquí) forman una excelente pareja que vive situaciones tan memorables como la del beso sin posterior fundido en negro. Momento para el recuerdo: La escena en la que se traspasan los límites de la pantalla es antológica, pero no tanto como el final, con el ‘Cheek to Cheek’, pasando de las lágrimas a las risas gracias, cómo no, a la magia del séptimo arte.
- ‘Delitos y faltas’ (1989)
Posiblemente, la mejor muestra de lo que comentaba antes, la facilidad de Woody Allen para jugar con los géneros, mostrando en una misma película multitud de situaciones de muy diverso tipo, siendo el reflejo de la propia vida (siempre me emociona el discurso final, en off, del viejecillo suicida). La posibilidad de cometer un crimen, sus consecuencias y los dilemas que se plantean los protagonistas tendrán una continuación similar en las posteriores "Match Point" y "Cassandra´s Dream", en las que apenas hay margen para alguna sonrisa. Como de costumbre, Allen logra el máximo rendimiento de los actores que tiene a su disposición, destacando especialmente el poderoso trabajo de Martin Landau. Momento para el recuerdo: Personalmente, me quedo con uno cómico, cuando se nos muestra el desternillante documental que el director que interpreta Allen ha realizado sobre el irritante personaje de Alan Alda.
- ‘Cassandra´s Dream’ (2007)
- via: blog de cine
sencillamente... Pablo
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