viernes, 29 de agosto de 2008

Hancock


Hancock

Ahora que el género de superhéroes ya de una cierta saturación, Hancock se presentaba para refrescar el panorama con una relectura en clave irónica y chistosa del mito del superhéroe. Quiero aclarar que cuando me senté a verla esperaba ver un bodrio, pero terminó sorprendiéndome. El film en si es menos que eso, entretiene y tiene algunos muy buenos momentos. No esperen ven el film con letras mayúsculas, ya que es sencillo en cuanto a su guión, quizás el comienzo promete más, de lo que uno termina comprobando que cuanta el nudo y desenlace de esta historia. Pero a pesar de estas limitaciones guinísticas y de su final demasiado rosa. El film como ya dije entretiene y no es malo en general.

Creo que la falta de un antagonista es el punto de mayor flaqueza en un guión. Es lo que le da fuerza al relato. Es lo que hace que uno como espectador se involucre y luche mentalmente para que nuestro héroe venza a este malo y logre su cometido. Esta es quizás la primera regla que a uno como guionista o escritor le enseñan. Un pequeño pero gran detalle que hace que este film pierda fuerza.


Sinopsis

Hancock es la historia de un superhéroe alcohólico, faltón, maleducado y desastroso al cual nadie traga en la ciudad, pero eso a él le da completamente igual. Hasta el día que salva la vida de un buen hombre y este se decide a cambiar la imagen del superhéroe y convertirlo en un ejemplo de héroe de tebeo. Hancock, que en el fondo lo que quiere es ser querido y tener una familia aceptará la oferta.


crítica

Una de las virtudes de Hancock es presentar a su perezoso y desagradable protagonista como un alguien cotidiano en la vida de su ciudad. Responsable de tantos destrozos como los que organizan los criminales a los que detiene, Hancock, personaje de orígenes inciertos, y a pesar de su bondad intrínseca, es denostado en su comunidad. Es por ello que Ray, un publicista especializado en imagen, le acoge en su hogar y le propone limpiar su imagen de cara a agradar a los demás. También se irá dibujando una extraña afinidad con la esposa de su nuevo amigo, (una concluyente Charlize Theron).

Es precisamente cuando Hancock se desarrolla en esa esfera cotidiana cuando el film juega sus bazas. Con el sentido del humor, la emotividad y el espectáculo razonablemente dosificados, esa primera hora del film permite desarrollar las propuestas del guión, no demasiado original, pero sí muy agra decible en unos momentos en los que Marvel ha estandarizado todo el género de superhéroes.

No obstante, todo esto se diluye en su tercio final (Hancock es sorprendentemente breve: 90 escasos minutos), cuando literalmente se tira por tierra lo logrado hasta ese momento -un efectivo relato acerca de la dificultad de la necesidad de integrar al diferente y las dificultades para ser buena persona, etc, etc- para descolocar al espectador y conducirlo, apresuradamente y mal, hacia un desenlace convincente en la forma (la resurrección de uno de los personajes principales), pero desaprovechado y erróneo en el fondo.

Lo que implica el mencionado giro de la historia es literalmente tirar al suelo la dignidad de los personajes de Jason Bateman y Charlize Theron, al menos de la manera en que los hechos (totalmente inconsistentes) ocurren a partir de ese momento. También se ridiculiza el posible (y más interesante) componente romántico del film, llevándolo por unos derroteros especialmente insulsos, quizá para contentar a la audiencia infantil.

La actuación de Smith es más que aceptable. Lo cual ratifica su gran momento actoral. El relato pierde, de ese modo, la dignidad y el peso -escaso, todo hay que decirlo-, sin que sus responsables sepan demasiado bien como acabar el asunto y conducir el film hacia una conclusión sólida. Es reseñable en este punto la carencia de un antagonista claro, de un enemigo, que al menos sirva al relato para cerrarse en un final convincente. Pero como ya dije en el comienzo, entretiene. Así que no lo duden compren sus pochochos y siéntense a verla.

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