TÍTULO ORIGINAL: Black Book
ORÍGEN: Holanda, Bélgica, Reino Unido, Alemania
GÉNERO: Suspenso / Drama
IDIOMA ORIGINAL: Holandes-Aleman
DIRECTOR: Paul Verhoeven
ACTORES: Sebastián Koch, Carice van Houten, Thom Hoffman, Halina Reijn, Christian Berkel, Waldemar Kobus, Michiel Huisman, Derek de Lint, Peter Blok, Ronald Armbrust, Jeroen Uijttenhout
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 16 años
AÑO: 2007
DURACIÓN: 143 minutos
ESTRENO EN ARGENTINA: Aug, 2007
ORÍGEN: Holanda, Bélgica, Reino Unido, Alemania
GÉNERO: Suspenso / Drama
IDIOMA ORIGINAL: Holandes-Aleman
DIRECTOR: Paul Verhoeven
ACTORES: Sebastián Koch, Carice van Houten, Thom Hoffman, Halina Reijn, Christian Berkel, Waldemar Kobus, Michiel Huisman, Derek de Lint, Peter Blok, Ronald Armbrust, Jeroen Uijttenhout
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 16 años
AÑO: 2007
DURACIÓN: 143 minutos
ESTRENO EN ARGENTINA: Aug, 2007
Sintesis:
Es el final del verano de 1944. La Haya se encuentra bajo la ocupación alemana. Rachel Steinn, una joven cantante judía, intenta escapar junto a un grupo hacia la Holanda meridional. Una patrulla alemana los intercepta y sólo ella consigue sobrevivir a la terrible masacre. Convertida en miembro activo de la resistencia, recibirá la misión de infiltrarse en el servicio de seguridad alemán e intimar con el jefe de la Gestapo.
Es el final del verano de 1944. La Haya se encuentra bajo la ocupación alemana. Rachel Steinn, una joven cantante judía, intenta escapar junto a un grupo hacia la Holanda meridional. Una patrulla alemana los intercepta y sólo ella consigue sobrevivir a la terrible masacre. Convertida en miembro activo de la resistencia, recibirá la misión de infiltrarse en el servicio de seguridad alemán e intimar con el jefe de la Gestapo.
Comentarios y criticas personales:
De la veintena de largometrajes dirigidos durante más de treinta años de carrera por el holandés Paul Verhoeven, este es uno de los apenas tres en los que también participó de la escritura del guión. Esto no significa que El libro negro tenga mejores diálogos que sus otros films o que sea superior a ellos, sino que ese dato nos habla de un grado de participación distinta en el proceso de creación y abre la puerta para establecer vínculos con las otras dos películas en las que también fue coautor del libro: El soldado de Orange y Conquista sangrienta (Flesh+Blood).
La abundante carga de sexo y violencia que nutre a sus películas, el modo en que los cuerpos proliferan en la pantalla sin ocultar siquiera su sexo (más bien exhibiéndolo para destacar la propia singularidad), la crudeza de muchas de sus secuencias, pueden dar la primera impresión de que estamos ante un director interesado en explotar los más Bajos instintos.
Porque detrás del enfrentamiento entre villanos y héroes que Verhoeven reproduce junto con algunas de las más sabias convenciones narrativas del cine de géneros clásico, aparecen no pocos pliegues oscuros y detalles que cuestionan dicha estructura. En El libro negro tenemos a una heroína judía (Carice van Houten) que no sólo accede a tener sexo con un oficial nazi, sino que se enamora de él; a un líder de la resistencia con ambiciones y actitudes sospechosas que se acercan progresivamente a la traición; a cristianos que salvan la vida de otros pero manifiestan el mismo principio racista que guía a los criminales y, finalmente, a Estados que repiten sobre otros (Estados y seres humanos) las humillaciones de las que han sido objeto.
Expuesto así, parece que estamos ante un mero catálogo de bajezas, un nuevo capítulo de ese libro de arena que es la Historia universal de la infamia y, con todo, Verhoeven elude siempre el miserabilismo. ¿Cómo lo hace? Rescatando el impulso vital de los personajes, depositando el desarrollo de la acción en protagonistas capaces del horror y la transgresión de todo tipo de leyes pero, también, de la generosidad y la alegría.
Lo que los hace especialmente complejos es el hecho de que están moldeados por el mundo en el que se mueven y comparten la misma naturaleza que la nuestra. Eso es lo que permite y estimula, entonces, la empatía que nos despiertan y que logra, incluso, ponernos en los zapatos (y el punto de vista) de un nazi (Sebastián Koch) en el último tramo del film, durante el cual llegaremos a desear que la pena de la que trata de escapar no se cumpla. En definitiva, si hay un sentimiento común a todos los personajes de su cine, es el de supervivencia. Esta pasión por la vida no excluye el exceso y el error, pero es claramente preferida por sobre la virtud institucional que, tarde o temprano, se revela falsa y reaccionaria.
En El libro negro, hay tres tipos de violencia: una institucional que es programada con un fin que escapa a la decisión e incluso a la comprensión de los propios actores, la inherente a todas las relaciones humanas –cuya metáfora mejor es el forcejeo de los cuerpos en el sexo– y a la que podríamos llamar natural, y la de los pacíficos, los reprimidos, las víctimas, que suele manifestarse todavía con más furia que la de aquellos individuos que aceptaron convivir con esa parte de sí mismos. Es esta última la que provoca, quizás, el momento más espantoso y sin duda el más repugnante de toda la película, aquel en que la multitud liberada despliega la peor de las venganzas contra los colaboracionistas y/o sospechosos de serlo.
La virtud de Verhoeven al construir esas imágenes, empero, no consiste en hacerlo para sentenciarlos sino en ponernos, de nuevo, en el lugar del otro, en el incómodo punto de vista del violador de derechos cotidiano que cada uno de nosotros suele ser.
Trailer
La sentencia final !!
Guión:
Dirección:
Originalidad:
Efectos:
Actores:
General:
Conclusion final:
La película por momentos pesada, es un tantito larga... pero buena... la película es buena.
sencillamente.... Pablo
Página Web del director: www.zwartboekdefilm.nl/
Página Oficial: http://www.sonyclassics.com/blackbook/
De la veintena de largometrajes dirigidos durante más de treinta años de carrera por el holandés Paul Verhoeven, este es uno de los apenas tres en los que también participó de la escritura del guión. Esto no significa que El libro negro tenga mejores diálogos que sus otros films o que sea superior a ellos, sino que ese dato nos habla de un grado de participación distinta en el proceso de creación y abre la puerta para establecer vínculos con las otras dos películas en las que también fue coautor del libro: El soldado de Orange y Conquista sangrienta (Flesh+Blood).
La abundante carga de sexo y violencia que nutre a sus películas, el modo en que los cuerpos proliferan en la pantalla sin ocultar siquiera su sexo (más bien exhibiéndolo para destacar la propia singularidad), la crudeza de muchas de sus secuencias, pueden dar la primera impresión de que estamos ante un director interesado en explotar los más Bajos instintos.
Porque detrás del enfrentamiento entre villanos y héroes que Verhoeven reproduce junto con algunas de las más sabias convenciones narrativas del cine de géneros clásico, aparecen no pocos pliegues oscuros y detalles que cuestionan dicha estructura. En El libro negro tenemos a una heroína judía (Carice van Houten) que no sólo accede a tener sexo con un oficial nazi, sino que se enamora de él; a un líder de la resistencia con ambiciones y actitudes sospechosas que se acercan progresivamente a la traición; a cristianos que salvan la vida de otros pero manifiestan el mismo principio racista que guía a los criminales y, finalmente, a Estados que repiten sobre otros (Estados y seres humanos) las humillaciones de las que han sido objeto.
Expuesto así, parece que estamos ante un mero catálogo de bajezas, un nuevo capítulo de ese libro de arena que es la Historia universal de la infamia y, con todo, Verhoeven elude siempre el miserabilismo. ¿Cómo lo hace? Rescatando el impulso vital de los personajes, depositando el desarrollo de la acción en protagonistas capaces del horror y la transgresión de todo tipo de leyes pero, también, de la generosidad y la alegría.
Lo que los hace especialmente complejos es el hecho de que están moldeados por el mundo en el que se mueven y comparten la misma naturaleza que la nuestra. Eso es lo que permite y estimula, entonces, la empatía que nos despiertan y que logra, incluso, ponernos en los zapatos (y el punto de vista) de un nazi (Sebastián Koch) en el último tramo del film, durante el cual llegaremos a desear que la pena de la que trata de escapar no se cumpla. En definitiva, si hay un sentimiento común a todos los personajes de su cine, es el de supervivencia. Esta pasión por la vida no excluye el exceso y el error, pero es claramente preferida por sobre la virtud institucional que, tarde o temprano, se revela falsa y reaccionaria.
En El libro negro, hay tres tipos de violencia: una institucional que es programada con un fin que escapa a la decisión e incluso a la comprensión de los propios actores, la inherente a todas las relaciones humanas –cuya metáfora mejor es el forcejeo de los cuerpos en el sexo– y a la que podríamos llamar natural, y la de los pacíficos, los reprimidos, las víctimas, que suele manifestarse todavía con más furia que la de aquellos individuos que aceptaron convivir con esa parte de sí mismos. Es esta última la que provoca, quizás, el momento más espantoso y sin duda el más repugnante de toda la película, aquel en que la multitud liberada despliega la peor de las venganzas contra los colaboracionistas y/o sospechosos de serlo.
La virtud de Verhoeven al construir esas imágenes, empero, no consiste en hacerlo para sentenciarlos sino en ponernos, de nuevo, en el lugar del otro, en el incómodo punto de vista del violador de derechos cotidiano que cada uno de nosotros suele ser.
Trailer
La sentencia final !!
Guión:
Dirección:
Originalidad:
Efectos:
Actores:
General:
Conclusion final:
La película por momentos pesada, es un tantito larga... pero buena... la película es buena.
sencillamente.... Pablo
Página Web del director: www.zwartboekdefilm.nl/
Página Oficial: http://www.sonyclassics.com/blackbook/
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