viernes, 11 de julio de 2008

Zombie Self Defense Force

Ya lo he dicho aquí alguna vez, me gustan las películas de zombies. También sabéis de sobra que me encanta el cine asiático. Y es verano. Por todas esas razones y alguna más (estaba aburrido) me acerqué a Zombie Self-Defense Force. Creo que es una de esas películas que poniendo varias imágenes ya casi sobran las palabras para definirla y criticarla, por eso he puesto más fotos de lo que es habitual. Seguro que os hacéis una idea muy clara de lo que os podéis encontrar.

Zombie Self-Defense Force (‘Zonbi jieitai’, 2006), comienza en un día cualquiera en Japón, cuando un OVNI cae del cielo y libera una radiación que resucita a los muertos, que atacarán a los vivos para comer su carne. En un bosque cercano a donde cae el objeto extraterrestre, varios pequeños grupos se verán afectados por esta plaga, llegando a unirse para tratar de sobrevivir. Por supuesto, acabarán encerrados en una casa, rodeados de muertos carnívoros, como mandan los cánones…

La película llama la atención por tropecientos detalles, pero es que nada más empezar, se permite el lujo de, sobre la bandera de Japón, criticar el papel que jugó el país en la Segunda Guerra Mundial, las reacciones del resto al mundo hacia sus responsabilidades y, especialmente, la sanguinaria labor de Estados Unidos por varias zonas del planeta. Acto seguido, Naoyuki Tomomatsu, el director y guionista de este cutrísimo film, quita hierro al asunto diciendo que adora la cultura norteamericana y especialmente a George A. Romero, al que llama genio.

Luego empieza verdaderamente la película. El espectáculo gore de serie B, una mezcla casi imposible de terror, ciencia-ficción, comedia y acción, entre muchas otras cosas. Pero sobre todo, la película es un homenaje a todo el subgénero zombie, a Romero y a la cultura japonesa. Precisamente, siguiendo con lo apuntado en el prólogo, la película se permite recordar en varias ocasiones la Historia de esa II Guerra Mundial y en particular a los militares que no quisieron rendirse al enemigo y se suicidaron por amor a su país. Sí, suena tan raro como que un Ovni libere una radiación que resucite a los muertos…

En La Noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero, no se dice de dónde salen los zombies. Creo que, de hecho, es la mejor opción, cualquier explicación resultaría tan absurda que sólo tendría cabida en una parodia de estas mismas criaturas. Ya sé, ya sé, la idea del muerto que se levanta y pretende morder a los vivos es absurda en sí misma. Pero aquí hablamos de entrar a jugar con unas reglas del cine de terror, donde se deben permitir ciertas licencias, siempre que resulten coherentes y verosímiles; aquí hablamos de un universo propio, de una sinergia, que todo film de estas características debería respetar. Claro, si la película fuese “seria”. No es el caso, desde luego. Aquí se mezcla todo sin ningún reparo.

Como dije, sólo en comedias que se toman a cachondeo el tema zombie tienen cabida, o son bien recibidas, las explicaciones del origen de la amenaza. La radiación, en este sentido, es una estupenda carta que ya se ha jugado en bastantes ocasiones y es a la que recurre Zombie Self Defense Force. Sobre esto, no creo que a nadie se le escape la divertidísima ‘El Regreso de los Muertos Vivientes’, de Dan O´Bannon, que contiene algunos de los mejores momentos de la Historia del género (siempre me acuerdo de la escena en la que se preparan para atrapar a un zombie y éste acaba atrapando al tipo que está más lejos). La que nos ocupa también tiene buenos momentos, pero ni que decir tiene que el conjunto no le llega ni a la suela de los zapatos.

Desde luego, se nota que Tomomatsu se ha empapado de películas de zombies, y más ampliamente de terror y de ciencia-ficción, en un montón de detalles; al margen de referencias obvias, desde que se trata de una de muertos vivientes y se llama genio a Romero (por ejemplo, ahí tenéis los típicos destrozos de un cuerpo humano en el suelo), pueden verse fetos que parecen “ghoulies” o un personaje a lo Terminator (o RoboCop), además del detalle ya mencionado de la radiación. Hay muchos, es también inevitable acordarse de ‘Posesión infernal’, de Sam Raimi, o de ‘Tu madre se ha comido a mi perro’ (ya sabéis, ‘Braindead’), de Peter Jackson. También podría verse (yo creo que está ahí) cierta coña hacia las películas de extraterrestres del bondadoso Steven Spielberg, como ‘E.T.’ o ‘Encuentros en la Tercera Fase’; uno de los momentos mejores de la peli japonesa es precisamente éste, cuando vemos al alien que ha provocado el desastre.


Igualmente, se nota que al realizador le importa un pepino plagiar a quien sea (en realidad le importa un pepino absolutamente todo), aunque sea a un compatriota y a un film reciente. Zombie Self Defense Force’ recuerda muchísimo a ‘Versus’, de Ryuhei Kitamura, convertida en objeto de culto entre los fans del género. Personalmente, no comparto el entusiasmo por dicho título, y debo decir que mientras que la que nos ocupa, por lo menos, tiene varios momentos muy divertidos, la de Kitamura sólo logró provocarme bostezos; pero es mi opinión, ya digo que el producto es muy popular, y si te molan los zombies, es un film que tienes que ver, sí o sí.

Hablar del reparto en una película como Zombie Self Defense Force es un poco gratuito, un poco hablar por hablar. No porque lo hagan mal, que es que sí, sino porque la interpretación no es una faceta que interese normalmente en este tipo de productos, resultando cada actor, básicamente, una oportunidad para que los zombies muerdan y coman carne de formas variadas. Es más bien la oportunidad de los responsables del maquillaje y los efectos especiales de lucirse; es la oportunidad de ver chorros de sangre, cerebros reventados, carne putrefacta y órganos internos tratados como chicles.


En este sentido, a la película no le falta de nada. Creo que por las imágenes os podéis hacer una idea. Y sólo he puesto unas pocas, hay muchas más sorpresas (agradables, divertidas, desagradables, aburridas, depende del espectador) en un film que conforme avanzan los minutos se va volviendo más salvaje y disparatada. El final, de hecho, es un cúmulo de situaciones a cual más increíble; en el buen sentido, si te lo tomas de coña, claro, que es la única forma de ver esta película. Y así funciona. Tiene varios momentos de verdadera carcajada, por lo incorrecta, bizarra y paródica que llega a ser. Ojo, algunas veces, lo normal es que te aburras la mayor parte del tiempo, el director es consciente de sus limitaciones y si pones la tele verás que cualquier anuncio está mil veces mejor realizado y montado que esta cosa. Lo de la música ya es cosa aparte, mejor obviarla…


En definitiva, Zombie Self Defense Force no engaña a nadie, es una película de serie B, muy cutre, que sólo pretende hacer reír con sus limitadísimos recursos. Exclusivamente recomendable para los aficionados al cine de zombies y a la comedia de terror más barata y gamberra. Aún así, mi consejo es que la veáis acompañados de colegas y con una buena ración de bebidas refrescantes y comida basura o chucherías. Así, no falla, os lo pasáis de miedo.






HA...... SOCORRO... AYDEN AL PELA

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